Tocado de novia Handmade

¡Empiezan los post de la boda!

Habrá unos cuantos, en los que os iré contando todo sobre nuestro gran día, pero quería empezar por el tocado, que tan de cerca habéis seguido mis disgustos y alegrías con el mismo.

Como sabéis, tuve un desencuentro con una empresa que se dedica a hacer “tocados” lo pongo entre comillas porque lo que hacen es chapuzas, pero bueno, como no hay mal que por bien no venga y yo soy muy de contar las cosas, escribí un post al respecto, y tuve la suerte de que lo leyó una pedazo de artista (de la que no voy a poner su nombre ni su marca, bajo su petición) y muy amablemente me invitó a su taller, para enseñarme la técnica para hacerme el tocado que yo quería.

Y allí que me fui, pasamos una mañana magnífica, entre té, contarnos nuestra vida, música e intentar enseñarme a hacer flores que al principio más que flores parecían churros, pero al final salió algo decente, y parece que aprendí algo ese día.

Ahora quedaba lo difícil, ir a casa, y dedicarme a mi tocado. Tuve que hacer muchas muchas flores, hasta que empezaron a salir algunas decentes como para ser dignas de un tocado de novia, y poquito a poco, la cantidad de flores decentes en mi caja iba subiendo, y al tiempo tuve la cantidad de flores suficientes para montarlo, y la verdad es que fue ahí cuando más miedo me entró, me veía incapaz de darle forma, pero esta persona de la que os hablaba antes, me dio las pautas y me animó mucho, y lo conseguí.

Así que nada, os voy a dejar las fotos de todo el proceso, y recordad, que nadie os diga nunca que no podéis hacer algo, siempre hay gente buena dispuesta a ayudar, en mi caso a llevar el tocado de novia con el que siempre había soñado.

 

Herramientas:

Como veis, todo era muy casero: Herramientas para hacer decoraciones de tartas, vasos de plástico, pinturas y pintauñas… ¡Pero no hace falta más!

Las flores iban tomando forma, e iba aumentando el número que acumulaba:

Para darle volumen, confeccioné unas ramitas, para ponerle a los lados y la parte de delante, y que no quedara tan lineal (aquí he de reconocer que las largas no las ubiqué correctamente donde estaban en mi cabeza, pero tampoco tenía cogidas las proporciones y al final no quedaron mal)

Y llegó la terrible parte del montaje…

Se empieza por los laterales, y esa parte, ni tan mal, pero en el momento en el que llega todo al centro, entré en crisis total, pero bueno, despacito y con buena letra, finalmente conseguí dejar unos acabados bastante decentes.

Finalmente, quedó montada y como os prometí por Instagram (aunque ya la habéis visto allí) aquí os dejo las fotos del resultado final.

Espero que os guste, al menos una parte de lo que me gustó a mí hacerla y poder decir ese día cuando me decían que era precioso, que lo había hecho yo misma.